Si la puerta de carga no se abre porque se ha formado hielo en los alrededores, golpéela ligeramente o empuje la puerta para romper el hielo y desbloquearla. Si es necesario, utilice la temperatura de la mano para fundir el hielo o mueva el vehículo a un lugar más caliente y deje que el hielo se derrita. No haga palanca sobre la puerta de carga ni utilice herramientas no autorizadas para abrirla.

Asegúrese de que la puerta de carga está cerrada antes de conducir el vehículo. Si se abre la puerta de carga, sus piezas mecánicas pueden resultar dañadas. Puede entrar polco, humedad o sustancias extrañas. La puerta de carga no está totalmente cerrada sin cerrar la tapa de entrada.

Después de cerrar la puerta de carga, compruebe que la luz de advertencia está apagada.

Después de cargar el vehículo, cierre bien la entrada de carga con la tapa de la entrada de carga. Si la tapa de la entrada de carga se cierra incorrectamente, la entrada de carga y la puerta de carga pueden resultar dañadas.

No haga palanca en la puerta de carga mientras se esté abriendo. La puerta de carga puede dejar de moverse. Además, el mecanismo eléctrico de la puerta de carga y los componentes relacionadas pueden resultar gravemente dañados.

Durante el lavado del vehículo, no rocíe agua a alta presión directamente sobre la puerta de carga. La presión alta puede dañar la puerta de carga.