Mantenimiento por parte del propietario
En las siguientes listas, se enumeran los controles y las inspecciones del vehículo que debe realizar el propietario o un concesionario Kia autorizado. Deben realizarse en las frecuencias indicadas para ayudar a garantizar el funcionamiento seguro y fiable de su vehículo.
Cualquier condición adversa debe ponerse en conocimiento de su distribuidor lo antes posible.
Estas comprobaciones de mantenimiento por parte del propietario normalmente no están cubiertas por la garantía y puede tener que pagar el trabajo, las piezas y los lubricantes usados.
Cuando pare para repostar:
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Compruebe el nivel de refrigerante en el depósito de refrigerante.
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Compruebe el nivel de líquido limpiaparabrisas.
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Compruebe si hay alguna rueda poco inflada o desinflada.
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Compruebe que la parte delantera del radiador y el condensador esté limpia y no esté obstruida con hojas, suciedad, insectos, etc. Si alguna de las piezas mencionada anteriormente está muy sucia o no está seguro de su estado, recomendamos que se ponga en contacto con un taller profesional. Kia recomienda visitar un centro de servicio/distribuidor Kia autorizado.

Refrigerante caliente
Tenga cuidado al comprobar el nivel de refrigerante del motor cuando el motor esté caliente. El refrigerante caliente o el vapor pueden salir a presión.
mientras utiliza su vehículo:
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Compruebe las vibraciones en el volante. Observe si aumenta o disminuye el esfuerzo de la dirección en el volante o un posible cambio en la posición recta.
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Tenga en cuenta si su vehículo gira ligeramente o "tira" hacia un lado de la carretera cuando está conduciendo por una carretera nivelada y firme.
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Al parar, escuche y compruebe los ruidos anómalos, que se vaya hacia un lado, el aumento del recorrido del pedal del freno o si el pedal del freno está duro.
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Si hay cualquier desviación o cambio en la operación de la transmisión, compruebe el nivel del líquido de la transmisión.
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Compruebe la función P (estacionamiento) de la transmisión variable inteligente (IVT).
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Compruebe el freno de estacionamiento.
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Compruebe las fugas de líquido por debajo de su vehículo (unas gotas de agua del sistema del aire acondicionado durante o después del uso es normal).
Al menos mensualmente:
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Compruebe el nivel de refrigerante en el depósito de refrigerante.
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Compruebe el funcionamiento de todas las luces exteriores, incluidos las luces de freno, los intermitentes y las luces de emergencia.
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Compruebe las presiones de inflado de todos los neumáticos incluido el de repuesto para los neumáticos que están desgastados, presentan un desgaste irregular o están dañados.
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Compruebe si las tuercas de las ruedas están flojas.
Al menos dos veces al año (p. ej., en primavera y en otoño):
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Compruebe el radiador, el calefactor y las mangueras del aire acondicionado para ver si hay daños o fugas.
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Compruebe el funcionamiento del limpia y lavaparabrisas. Limpie las escobillas del limpiaparabrisas con un trapo humedecido con líquido lavaparabrisas.
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Compruebe la alineación de los faros.
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Compruebe si la bandas de los cinturones están desgastadas y si funcionan.
Al menos una vez al año:
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Limpie la carrocería y los orificios de drenaje de la puerta.
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Lubrique las bisagras de las puertas y compruebe las bisagras del capó.
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Lubrique las puertas, los bloqueo del capó y los enganches.
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Lubrique los guarnecidos de goma de la puerta.
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Compruebe el sistema de aire acondicionado.
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Compruebe y lubrique los controles y las conexiones de la transmisión variable inteligente (IVT).
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Limpie la batería y los terminales.
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Limpie el líquido del embrague y de frenos.
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Inspeccione visualmente los componentes de la dirección, la suspensión y el chasis para comprobar si hay piezas dañadas, sueltas o que faltan o signos de desgaste.