Buenas prácticas de conducción
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No ponga el vehículo en punto muerto para bajar una pendiente. Esto es extremadamente peligroso. Siempre póngale una marcha al coche.
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No "se apoye" en los frenos. Esto puede provocar que se sobrecalienten y averíen. En lugar de ello, cuando descienda una pendiente, disminuya la velocidad y cambie a una marcha corta. Al llevarlo a cabo, el freno regenerativo ayudará a ralentizar el vehículo.
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Reduzca la velocidad antes de cambiar a una marcha inferior. Esto permite evitar sobrerrevolucionar el motor, porque podría dañarse.
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Reduzca la velocidad cuando haya viento lateral. Esto permite controlar mucho mejor el vehículo.
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Asegúrese que el coche esté completamente detenido antes de seleccionar la marcha atrás. En caso contrario, la transmisión se puede dañar.
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Extreme las precauciones al conducir sobre superficies deslizantes. Tenga especial cuidado cuando frene, acelere o cambie las marchas. En una superficie deslizante, un cambio brusco en la velocidad del vehículo podría provocar que las ruedas motrices pierdan tracción y que el vehículo pierda el control.
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¡Abróchese siempre el cinturón! En caso de colisión, un ocupante sin cinturón tiene más riesgo de sufrir una lesión grave o la muerte que un ocupante que lleve el cinturón debidamente abrochado.
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Evite conducir a gran velocidad al girar o al tomar una curva.
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No realice movimientos rápidos con el volante, como cambios de carril bruscos o rápidos o giros inesperados.
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El riesgo de vuelco aumenta significativamente si pierde el control del vehículo a gran velocidad.
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La pérdida de control se produce normalmente cuando dos ruedas o más ruedas salen de la calzada y el conductor gira para volver a entrar en la calzada.
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En caso de que su vehículo se salga de la calzada, no gire bruscamente. En su lugar, reduzca la velocidad antes de reincorporarse al carril.
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Nunca exceda los límites de velocidad establecidos.