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Cuidado del exterior

Utilice la información de las siguientes secciones para conservar el exterior del vehículo. El mantenimiento del exterior limpio no solo es estéticamente agradable, sino que también contribuye a prolongar la vida útil del vehículo.
AVISO

Si estaciona el vehículo alrededor de un letrero de acero inoxidable o un edificio acristalado, etc., la guarnición exterior de plástico (parachoques, alerón, embellecedor, luz, espejo exterior, etc.) podría dañarse a causa del reflejo de los rayos solares de la estructura externa. Para evitar dañar la guarnición exterior de plástico, estacione el vehículo lejos de las áreas donde pueden reflejarse los rayos solares o utilice una cubierta para el vehículo. (Dependiendo del vehículo, el tipo de guarnición exterior utilizada como, por ejemplo, el alerón podría variar).

Precauciones generales del cuidado exterior

Es muy importante seguir las instrucciones de la etiqueta al utilizar limpiadores o productos de pulido químicos. Lea todas las declaraciones de advertencia y precaución que aparecen en la etiqueta.

Mantenimiento del acabado

Lavado

Para ayudar a proteger el acabado del coche de la oxidación y del deterioro, lávelo bien y , al menos, una vez al mes con agua tibia o fría

Si utiliza su vehículo en carreteras sin asfaltar, debería lavarlo después de cada conducción por este tipo de carreteras. Preste especial atención a la eliminación de cualquier acumulación de sal, suciedad, barro y otros materiales extraños. Asegúrese de drenar los agujeros en los bordes inferiores de las puertas y mantenga siempre limpios los paneles inferiores.

Si no limpia en seguida las manchas de insectos, alquitrán, excrementos de pájaros, polución o similares, éstos acabarán por estropear el acabado del coche.

Incluso lavar las manchas simplemente con agua no garantiza la extracción completa. Utilice jabón neutro, que es seguro para las superficies pintadas.

Tras lavarlo, aclare el vehículo por completo con agua tibia o fría. No deje que el jabón se seque encima del acabado del vehículo.

Después de lavar el vehículo, compruebe los frenos mientras conduce despacio para ver si se han visto afectados por el agua. Si los frenos no funcionan correctamente, séquelos pisándolos ligeramente mientras conduce en línea recta y a poca velocidad.

PRECAUCIÓN
  • No utilice jabón fuerte ni detergentes que contengan sustancias químicas. No lave el vehículo directamente bajo la luz solar o cuando la carrocería esté caliente.

  • Tenga cuidado al lavar las ventanillas laterales de su vehículo, especialmente con agua presión. El agua podría entrar por las ventanillas y humedecer el interior.

  • Para evitar daños en las piezas plásticas y las luces, no limpie con disolventes químicos o detergentes fuertes.

Lavado a alta presión

Al usar dispositivos de lavado a presión, asegúrese de mantenerse a suficiente distancia del vehículo.

Una distancia insuficiente o presión excesiva pueden causar daños en los componentes o penetración de agua.

No pulverice la cámara, los sensores o la zona de alrededor con un limpiador de agua a alta presión. El impacto del agua alta presión podría provocar que el dispositivo no funcione con normalidad.

No acerque la punta de la boquilla a las mangas (cubiertas de plástico o caucho) o conectores, ya que pueden dañarse si entran en contacto con agua a alta presión.

ADVERTENCIA

Después de lavar el vehículo, compruebe los frenos mientras conduce despacio para ver si se han visto afectados por el agua. Si los frenos no funcionan correctamente, séquelos pisándolos ligeramente mientras conduce en línea recta y a poca velocidad.

PRECAUCIÓN

Compartimento del motor humectante

  • La entrada de agua al limpiar el compartimento del motor o la alta presión del agua durante el lavado puede provocar un fallo del circuito eléctrico ubicado en el compartimento del motor.

  • Nunca permita que agua u otros líquidos entren en contacto con componentes electrónicos/eléctricos del interior del vehículo, ya que podría dañarlos.

  • Para evitar dañar la puerta de carga, asegúrese de cerrar y bloquear las puertas del vehículo al lavarlo (lavado a alta presión, en túnel de lavado, etc.).

Encerado

Encere el vehículo cuando esté seco.

Lave y seque siempre el vehículo antes de encerarlo. Utilice cera, pasta o en líquido, de buena calidad y siga las instrucciones de uso del fabricante. Encere todas los guarnecidos para protegerlos y mantener su lustre.

El hecho de eliminar el aceite, el alquitrán y materiales similares con un quitamanchas pelará normalmente la cera del acabado. Asegúrese de volver a encerar esas zonas, incluso si el resto del vehículo ya no necesita más encerado.

PRECAUCIÓN

Secado del vehículo

  • Limpiar el polvo o la suciedad de la carrocería con un paño seco rayará el acabado.

  • No utilice lana de acero, limpiadores abrasivos, detergentes ácidos ni detergentes fuertes que contengan agentes altamente alcalinos o cáusticos sobre piezas de aluminio cromadas o anodizadas. Podría dañar la capa protectora y decolorar o deteriorar la pintura.

Reparación de daños en el acabado

Los arañazos profundos o los desconchones por piedras se deben reparar rápidamente. La parte de metal expuesta se oxidará enseguida y su reparación será más costosa.

AVISO

Si su vehículo sufre daños y es necesario reparar o reemplazar cualquier metal, asegúrese de que el taller de carrocería aplica anticorrosivo a las piezas que se van a reparar o reemplazar.

Mantenimiento del brillo del metal

Para quitar alquitrán o insectos, utilice un limpiador de alquitrán, no un rascador u otro objeto punzante.

Para proteger la superficie de las piezas metálicas brillantes contra la corrosión, aplique una capa de cera o un conservante cromático y frote hasta conseguir un gran brillo.

Durante el tiempo invernal o en zonas de costa, cubra los componentes metálicos brillantes con un revestimiento de cera o un conservante más resistente. Si es necesario, recubra los componentes con vaselina no corrosiva u otro compuesto de protección.

Mantenimiento de la parte inferior de la carrocería

La sal para carreteras y otros productos químicos corrosivos se utilizan en los estados de clima frío para derretir la nieve y evitar la acumulación de hielo. Si estos productos químicos no se eliminan regularmente, corroerán los bajos del vehículo y, con el tiempo, dañarán los conductos de combustible, el sistema de retención del depósito de combustible, la suspensión del vehículo, el sistema de escape e incluso el bastidor de la carrocería.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) advierte a todos los propietarios de vehículos de cualquier marca de la necesidad de seguir los pasos que se indican a continuación:

  • Lave los bajos de su vehículo periódicamente durante el invierno y siempre que su vehículo haya estado expuesto a tales sales o productos químicos.

  • Lleve a cabo un lavado a fondo de los bajos al final del invierno.

  • Confíe en técnicos de servicio profesionales o estaciones de inspección oficiales para inspeccionar anualmente la corrosión.

  • Vaya inmediatamente a revisar su vehículo si se da cuenta visualmente de la corrosión que se desprende o de las escamas, o bien, si aprecia un cambio en el rendimiento del vehículo, como frenos blandos o esponjosos, fugas de líquidos, deterioro del control direccional, ruidos de la suspensión o traqueteo de las correas metálicas.

Mantenimiento de la rueda de aluminio o cromo

El aluminio de las ruedas está revestido por un acabado protector transparente.

  • No emplee ningún limpiador abrasivo, lustrados, disolvente o cepillo de alambre sobre el aluminio. Podrían arañar o estropear el acabado.

  • Limpie la rueda cuando se haya enfriado.

  • Utilice únicamente un jabón o detergente neutro y enjuáguela detenidamente con agua. Limpie las ruedas después de conducir sobre pavimentos en los que haya sal. Ayuda a prevenir la corrosión.

  • Evite lavar las ruedas con los cepillos a máxima velocidad de lavado de vehículos.

  • No utilice detergentes alcalinos ni ácidos. Podrían dañar y corroer el aluminio de las ruedas revestido por el protector transparente.

Protección contra corrosión

Proteja su vehículo contra la corrosión

Gracias a las técnicas de construcción y diseño para combatir la corrosión más avanzadas, fabricamos vehículos con la mayor calidad. Sin embargo, esto solo es parte de nuestro trabajo. Para lograr una resistencia anticorrosiva a largo plazo, es necesario contar con la ayuda y participación del propietario del vehículo.

Causas comunes de la corrosión

Las causas más habituales de corrosión en el vehículo son:

  • La sal del pavimento, la suciedad y humedad que se acumulan en los bajos del vehículo.

  • Cada vez que piedras, gravilla, abrasión o los simples arañazos o abolladuras retiran la pintura o el revestimiento protector del vehículo, el metal se desprotege y queda más expuesto a la corrosión.

Zonas de mayor corrosión

Si vive en una zona en la que su vehículo está expuesto habitualmente a materiales corrosivos, la protección frente a la corrosión resulta especialmente importante. Algunas de las causas habituales de aceleración de la corrosión son el uso de sal en carreteras, los productos químicos para el control del polvo, la brisa marina y la contaminación industrial.

La humedad facilita la corrosión

La humedad crea las condiciones en las que es más probable que se produzca corrosión. Por ejemplo, la corrosión se acelera con un grado alto de humedad; sobre todo, cuando las temperaturas están justo por encima de la congelación. En tales situaciones, el material corrosivo está en contacto con las superficies del vehículo por medio de la humedad que tarda en evaporarse.

El barro es muy corrosivo porque tarda en secarse y mantiene la humedad en contacto con el vehículo. Aunque el barro parezca que está seco, todavía puede contener humedad y propiciar la corrosión.

Las altas temperaturas pueden acelerar también la corrosión de las piezas que no están correctamente ventiladas, de modo que la humedad se puede dispersar. Por todos estos motivos, resulta especialmente importante mantener el vehículo limpio y libre de barro o acumulaciones de otros materiales. Esto es aplicable no solo a las superficies visibles, sino en especial a la parte inferior del vehículo.

Ayudar a prevenir la corrosión

Se puede prevenir la corrosión desde el principio, si se siguen las indicaciones que aparecen a continuación:

Mantenga el vehículo limpio

La mejor forma de evitar la corrosión es mantener el vehículo limpio y libre de materiales corrosivos. Preste especial atención a la parte inferior del vehículo.

Si vive en una zona con un nivel de corrosión elevado donde se utiliza sal para carreteras, cerca del mar, en zonas con contaminación industrial, lluvia ácida, etc., deberá adoptar precauciones especiales para evitar la corrosión. En invierno, lave con una manguera los bajos del vehículo, por lo menos, una vez al mes y asegúrese de volver a limpiar la parte inferior del vehículo cuando la temporada invernal finalice.

Al limpiar la parte inferior del vehículo, preste especial atención a los componentes situados debajo del guardabarros y a otras zonas que quedan ocultas a la vista. Realice un trabajo exhaustivo; simplemente humedecer el barro acumulado en lugar de retirarlo acelerará la corrosión en lugar de evitarla. El agua a alta presión y el vapor resultan especialmente efectivos para eliminar barro acumulado y materiales corrosivos.

Cuando limpie los paneles inferiores de las puertas, los paneles oscilantes y las piezas auxiliares, asegúrese de que los orificios de drenaje están abiertos para que la humedad pueda evaporarse y no quedar atrapada y acelerar la corrosión.

Mantenga el garaje limpio

No aparque el vehículo en una garaje mal ventilado y húmedo. Favorece las condiciones para la corrosión. Este fenómeno se produce especialmente si lava el vehículo en el garaje o si conduce hasta el garaje cuando aún está mojado o cubierto de nieve, hielo o barro. Incluso un garaje caldeado puede contribuir a la aparición de corrosión a menos que esté bien ventilado para que la humedad se disperse.

Mantenga la pintura y el guarnecido en buen estado

Los arañazos o el desconchamiento en el acabado deben cubrirse lo antes posible con pintura para retoques para reducir la posibilidad de corrosión. Si el metal queda al descubierto, se recomienda dirigirse a una tienda especializada en carrocería y pintura.

Excrementos de pájaros: Los excrementos de pájaro son muy corrosivos y pueden dañar las superficies pintadas en solo unas horas. Elimínelos siempre tan pronto como sea posible.

No descuide el interior

La humedad acumulada en las alfombrillas y moqueta puede provocar corrosión. Compruebe periódicamente la moqueta debajo de las alfombrillas para asegurarse de que está seca. Tenga mucho cuidado si transporta fertilizantes, productos químicos o de limpieza en el vehículo.

Es mejor transportar dichos materiales en contenedores adecuados. Limpie en seguida cualquier derrame o fuga, lave la zona con agua limpia y séquela por completo.